Vivimos envueltos, cercados, oprimidos por las prisas,
por el yo. Hemos perdido, la capacidad de escuchar, de formar parte del otro,
de asimilar soledades de conjugar silencios, de bailar desnudos bajo la lluvia,
de crear mundos en las miradas, de susurrar sin pedir permiso, de cantar
desafinando en las aceras, de besar hojas en el carnet de identidad, de soñar
bajo la nada, de descifrar jeroglíficos en los semáforos, de saltar sin
motivos, de destruir la monotonía en una epitafio. Hemos olvidado escuchar a la
vida
Para mi amado sobrino mayor. Te quiero, Santiago.
Ana Tapias( todos los derechos reservados)Para mi amado sobrino mayor. Te quiero, Santiago.
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