miércoles, 29 de julio de 2020

Vacíos del paso dle tiempo



El tiempo, siempre, muere dentro de nuestra mirada, que busca excusas para no llorar la despedida; que se aferra el paisaje; que congela el sentimiento; que ignora la erosión de la enfermedad; pero, todos, enmohecemos, cada día, bajo los suspiros del reloj, que se vuelve impersonal, impredecible, implacable ante el destino, que siempre vuelve a por nosotros.
Ana Tapias(todos los derechos reservados)©


lunes, 27 de julio de 2020

Descomponer el atardecer

A
Mi pensamiento, atiborrado de momentos, de luces, de sombras, de instantes, de besos, de olvidos, de llamadas, de carencias, de desmemorias, se cuela, cada día el atardecer. Cae la noche, despacio, agónicamente, sin dirección, sin estructura, bajo mi mirada, que estrecha un susurro, que se despide de aquello que me hizo feliz, que ignora aquello a lo que se aferraron mis lágrimas. Mi pensamiento, vuela hacia el horizonte, para crear una noche donde soñar con ser yo
na Tapias(todos los derechos reservados)©


domingo, 26 de julio de 2020

Juego de sombras



Las sombras son espejos que no se bautizan, que callan ante la opresión, que persiguen el silencio, que huyen de la distancia, que beben sin someterse al agua de la lluvia, que caminan sin asesinar sueños, que conquistan utopías sin cerrar los ojos. Las sombras mueren dentro nuestros ataúdes, de culpas, pero de vez en cuando, salen a visitar al recuerdo

 Ana Tapias( todos los derechos reservdos)
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jueves, 23 de julio de 2020

Objetos de la costumbre



Ana Tapias( todos los derechos reservados)©

Cada día, nos movemos entre objetos, carentes de vida; inanes de sentimiento; abducidos, a la desmemoria, de las sustancias, que les dan forma y los conforman ante nuestra mirada; que vaga de interrogante en interrogante, como si solo nosotros fuéramos importantes, pero, sus sombras nos invitan a hablarlas, para olvidar, su ausencia, dentro de nuestras costumbres corpóreas .


Transparencias del tiempo


Nadie sabe si el tiempo, es eterno o efímero.  Lo único, que a veces podemos hacer para descatalogar su perdida, es transfórmalo en una transparencia, ajustada, a nuestro cuerpo que nos invite a soñar, que tal vez alguien nos recordara  y por nuestra memoria volverá a pasar el tiempo.

Con amor a mis cinco sobrinos, que espero me recuerden.
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miércoles, 22 de julio de 2020

Paisaje de mascarillas


Se me antoja extraño, ver a mis paisanos, a mis amigos, a los turistas, envueltos dentro de la soledad de sus mascarillas, en las que se esconden del contagio de la despedida,  que está  presente  en cada rincón, en cada objeto, en cada pensamiento, en cada caricia, en cada beso, en cada abrazo. Nunca antes, la llegada de la muerte ,había sido tan transparente, tan lúcida, tan cristalina, ante nuestra mirada, que siempre ha evitado dialogar con su destino; que como en las ,viejas, fotografías, permanecía olvidado en un rincón de la memoria, pero ahora, el duelo se ha instalado dentro de nuestros rostros deformes, que deambulan con miedo, con prisa, con lágrimas por las calles, que se refugian en sus casas para ser inmortales, que sonríen al amparo de la lámpara, que callan ante el dolor de saberse anónimos, en una sociedad que ha perdido su voz, que se ha enclaustrado en el silencio, que se ha suicidado de la alegría, que algún día volverá asintomática.
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domingo, 19 de julio de 2020

Lo indivual


Asistimos perplejos a los cambios de costumbres, ya nada es lo que era. Antes caminábamos sin tapabocas, ahora nuestros, pasos evitan a quienes no llevan mascarilla.  No podemos contagiarnos; no podemos caer enfermos; no podemos sufrir; por eso, nos hemos vuelto seres que comulgamos con lo individual: seres que no nos acercamos; seres que no nos relacionamos; seres que no nos postulamos como candidatos a ser sociables.  Son tiempos de refugiarse en el silencio

Ana Tapias( todos los derechos reservados(©


sábado, 18 de julio de 2020

Paralelismos del paso del tiempo


 La Edad Moderna. nunca se encontrará con la Edad Contemporánea, como tampoco lo harán la grúa que construye un Instituto con la Catedral,  que se abrazan en la fotografía, pero permanecen separadas por siglos de indiferencia; que cuentan sumas de realidades, de circunstancias, de sucesos, acaecidos en la pizarra de las emociones de los que vivieron con miedo, sin miedo, con egoísmo, sin egoísmo, con dudas, sin dudas, con alegría, sin alegría, con dolor, sin dolor, con metáforas, sin metáforas, dentro de una ciudad que se persigue a sí misma en el olvido
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viernes, 17 de julio de 2020

Sombras del tiempo



El reloj, boca abajo, oculta los segundos, los minutos, las horas,  que se reflejan en la sombra del ajo, que ha perdido algunos de sus dientes; como nosotros perdemos dentro del plato, del recuerdo, las sombras
de seres anónimos, invisibles, aislados, que algún día nos pertenecieron, pero que ahora, forman parte de nuestra memoria, desvencijada, descatalogada, desdibujada por el hambre nunca saciado del olvido.
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miércoles, 15 de julio de 2020

Formas pérdidas y encontradas en el horizonte


 A veces. es complicado centrar la mirada en un objeto, en una forma, en un paisaje, puesto que, la miopía de la rutina nos encierra dentro de un pensamiento, uniforme, cobarde, asustado ante los cambios, pues son incertidumbre de nuestros pasos, algo cansados de luchar contra la adversidad, que nunca se olvida de nosotros, que siempre nos acecha, que nos persigue, que nos acosa, con sus letras inversas. Pero, es necesario recobrar dentro de nuestras pupilas el horizonte, para así, poder soñar en que todo en algún momento podrá cambiar.
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martes, 14 de julio de 2020

Realidad, realidades


En el mantel, bordado, con hilos de diferentes sueños, en que se convierte la vida, con el paso de las estaciones ,sobre nuestros cuerpos( que acabaran por ser invisibles) se alinean   diferentes realidades, con las que hemos de aprender a convivir, a lo largo de nuestra existencia, para la que nunca estamos preparados, pues no elegimos nacer ,teniendo que conjugar nuestros latidos, junto a la de aquellos con los que solo compartimos la incertidumbre.


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lunes, 13 de julio de 2020

Blancanieves de la rutina




Blancanieves, nunca morirá, pues todas en algún momento de nuestra vida, nos dejamos atrapar por la fantasía  de despertar de la rutina, con el beso de un príncipe, que nos lleve a un palacio, donde no tengamos que fregar los platos, barrer, tender la ropa, planchar la ropa, limpiar el polvo, ir a la compra, hacer la comida, preparar la  cena, limpiar los azulejos, pasar la aspiradora, poner la lavadoras; actos  que nos obligan a formar parte de una cadena, siniestra, de aprendizajes, para perfeccionar nuestra técnica y ser la perfecta ama de casa; esa que nunca pierde la sonrisa ante la adversidad, de una nueva mancha sobre el suelo de la cocina; pero yo, me declaro en rebeldía, no quiero ser Blancanieves, me niego a ser besada por un príncipe que me haga súbdita de su casa, solo besaré a mis sueños.
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viernes, 10 de julio de 2020

El olvido de la infancia



 La infancia con el paso de los años, se ahoga dentro de la memoria, como las viejas zapatillas, apretujadas, dentro del armario junto a desgastadas preocupaciones, a estresadas angustias, a desdibujabas esperanzas. Zapatillas que llevábamos al rio, para dibujar peces de colores, que se han transformado en esqueletos, que acariciamos desde nuestras gafas de bucear, con la certeza que nuestro destino es formar parte del olvido.


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jueves, 9 de julio de 2020

Luces de la mañana


Los contrastes nos abruman con sus interrogantes, que nos abocan a anhelantes utopías, que somos incapaces de vencer en nuestra rutina; donde caminamos sujetos a prisas, angustias, silencios, soledades, misterios, magias, palabras, susurros, ecos, besos, lágrimas, despedidas, asimetrías, golpes, caídas, arco iris, impuestos, deudas, bajadas, subidas, impedimentos, para las cuales carecemos de sombrillas que nos protejan de las luces naturales y artificiales, por eso, hemos de observar con distancia la vida, para no contaminarnos con su impasible destino

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domingo, 5 de julio de 2020

Conversaciones del atardecer


Las feligresas, antes bautizadas como beatas, salen de misa de  ocho; cada día, acuden a su encuentro con su dios ,católico, que las cuida, que las protege, que las salva de la tristeza, de la enfermedad, de las dudas de un mundo, que es ateo desde su creación; que comulga con la violencia; que se desposa con el odio;  pero ellas, fieles a la costumbre creen en la santidad, rezan por la salvación; confirman la oración;  por eso, cada tarde, sus palabras, se convierten en susurros entre agnósticos, para que no se pierda el eco de su fe.
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sábado, 4 de julio de 2020

Sobresueldo del recuerdo



Mi madre, acumula en cajones sin destino, las fotografías, centenarias, de mi abuelo, Leoncio, que de vez en cuando, rescato para aliviar mi ánimo, deteriorado, vencido, derrotado, por  las circunstancias que vadean mi monotonía; que la invitan a llorar; que la susurran tristeza; que la acarician sin utopías; que la invaden con interrogantes; que la acosan con el dolor; que la mimetizan en un sinfín de ecos que soy imposible de acatar. La memoria, de mi abuelo, se convierte en mis días, en un sobresueldo de supervivencia para la acidez de mi monotonía.

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jueves, 2 de julio de 2020

Visión del ayer


 Las viejas fotografías perdidas entre los cajones,  hablan de olvido, cantan al descuido, persiguen la memoria; pero los vivos, envueltos en la incertidumbre, no nos atrevemos a tirar a esos desconocidos, con los que compartimos genes, sangre, historias, que algún día fueron de supervivencia; por temor a la agonía; por miedo a suicidarnos; por pánico a la muerte; por eso miramos cansados, agotados, inmersos en nuestros silencios póstumos, que intentan empatizar con  el ayer, a pesar de tener diferentes abecedarios.

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