La vida pende siempre de un hilo, que se balancea
entre lo correcto y entre lo incorrecto. Lo correcto de sobrevivir sin dañar a
nuestra memoria colectiva. Lo incorrecto de morir habiendo dejado fustes de
belleza a nuestro alrededor. La vida la construimos entorno a nuestros
muros personales, con ladrillos de
sonrisas, de lágrimas, de victorias, de derrotas, de aciertos, de fallos, de
consonancias, de contradicciones; que nos impulsan a saltar, cada día, sobre lo
inaudito, sobre lo inconcebible, sobre lo maravilloso de estar vivos; de ser
bautizados en esta realidad; de admitir soñar que es posible hasta volar sobre
el recuerdo y no caer en el vacío del olvido.
Ana Tapias( todos los derechos reservados)©
A mis cinco sobrinos con todo mi amor, espero que me recuerden
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