Todos tenemos un otoño en la memoria, al que volver cuando la tristeza
se vuelve lluvia; cuando el dolor se viste de frio; cuando el sufrimiento se
congela en nuestros rostros, heridos por el paso del tiempo, que nunca volverá
a nuestros sueños, a nuestros besos, a nuestros de anhelos de un mañana sin
bufanda. Todos tenemos un otoño en la memoria, donde caminamos sin miedo;
ajenos a las dudas; envueltos en las caricias de las hojas, que nos acompañan a
un horizonte de ternura donde nos refugiarnos de las lágrimas, incesantes, de la
supervivencia. Todos tenemos un otoño en la memoria, que nunca muere.
Ana Tapias( todos los derechos reservados(©
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