Dentro de la mañana, se cuela mi sombra bajo la
nieve, con lúgubres esperanzas en la realidad; que inunda, que
avasalla, que intimida, mi ego siempre agotado por la incertidumbre, siempre
sumido en el dolor, siempre inmerso en la monotonía, que nunca me convence, que
me hastía, que me invita a la fuga, al
exilio, a la huida hacía paraísos soñados por mi imaginación; donde las
personas, son seres alados sin voz; donde las personas, son utopías
con sonrisas; donde las personas, son conjuntos de armonía. Dentro de la
mañana, mi sombra hace muñecos con la fantasía, que se derriten dentro de un
mundo que ha sido derrotado por la
envidia.
Ana Tapias( todos los derechos reservados(©
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