Los sueños nos vecen con su intensidad, hasta
convertirnos en pequeños trozos de hielo, que vagan dentro de nuestras sombras,
imposibles de atrapar por miedo a ser vencidos por la derrota del calendario,
que se dibuja como si fuera una utopía de noches eternas, que sobrevuelan la
incertidumbre que nunca nos deja ser libres y nos persigue hasta agotar nuestra esperanza.
Ana Tapias( todos los derechos reservados)©
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