La mirada es atemporal, permanece en el pasado, en el presente, en futuro,
que es el más difícil de pergeñar desde nuestra realidad. Imagino a los que
partieron en busca de otro destino, no escrito en los mapas. Los saludo por las
calles. Me hablan desde sus silencios, con voces, entrecortadas por la enfermedad
que los agotó. No sé cómo contarles las novedades del mundo que dejaron.
Vivimos envueltos en más comodidades que ellos, pero nos sentimos más solos,
más abandonados, más náufragos. Caminamos perdidos a la deriva de una sociedad, que ha vendido a las personas que fracasan; que compra triunfadores como si
fueran necesarios, pero no lo son, puesto que la derrota es sencilla, es clara,
es lisa y el triunfo es mentira, es odio, es envidia. Lloro delante de ellos;
me quedo sin palabra; caigo dentro de la vorágine, que me tiene atrapada dentro de
la realidad; pero mi mirada, abraza a quienes sienten el paso del olvido sobre
sus almas.
Ana Tapias( todos los derechos reservados)©
No hay comentarios:
Publicar un comentario