A veces,
creo que no tengo ojos, si no sombras que hablan al silencio de las ausencias,
que se transforman en palabras, que crean formas en las calles; donde sin pedir permiso se cuelan en mi fantasía,
que las invita a participar de mis latidos; para volver a ser bautizadas en la
realidad, y así poder confesar sus culpas para sentirse vivas. A veces, creo
que no tengo ojos solo lagrimas
miércoles, 31 de marzo de 2021
Sombras de la mirada
lunes, 29 de marzo de 2021
Perspectivas de las miradas
Esta fotografía ha llegado a mí por azar del
destino, o de la herencia de uno de mis tíos abuelos, maternos, que es el
hombre que acompaña a la novia; que no sé quién es, pero si vive tendrá que ser una
mujer mayor. Imagino que fue feliz junto a su marido, que tuvo hijos, y nietos,
que guardaran su memoria dentro de su corazón, de donde se desdibujara con el
paso de los años, donde el dolor de la ausencia, cae al vacío de las lágrimas
cuando nos sentimos solos, tristes, abandonados, dentro de una rutina que nos
persigue, nos acosa, nos hunde. Detrás de mi tío, y la recién casada, se halla
una mujer de negro que la mira con entusiasmo. El luto de su traje, me lleva a
pensar, que, su marido no se encontrará entre los invitados, sino entre sus
ropas obscuras, de donde nunca se despejara, como si fuera un bautismo del
duelo de la sociedad; que con sus
costumbres acompaña a las novias en el día, donde olvidara sus sueños para
interpretar los de su santo esposo, a quien nunca tendré la dicha de conocer,
puesto que el azar solo me ha permitido vagar por una mujer casada de quien me
despido, con un “Vivan los novios”
Ana Tapias) todos los derechso reservados)©
sábado, 27 de marzo de 2021
Soledad del paso del tiempo
miércoles, 24 de marzo de 2021
Guerras mediáticas
Recuerdo
la pasión con la que estudiaba en la carrera, soy Licenciada en Historia
Moderna y Contemporánea, las guerras: tanto las de la Edad Antigua, con todos
sus emperadores, sus tiranos, sus guerreros, sus mapas, que me hechizaban
dentro de sus límites territoriales; la Edad Media, no me dejó huella; en la
Edad Moderna, las guerras europeas, como la "Guerra de los treinta
años"(1618-1648; la Edad Contemporánea: la Revolución francesa(1789); la
Guerra de la Independencia española(1808-1814); las Guerras
Carlistas(1833-1876); la “Primera Guerra Mundial(1914-1918); la Guerra Civil
española( 1936-1939; la "Segunda Guerra Mundial(1939-1945) y tantas otras,
que habré olvidado, pues la memoria es difusa; pero me encantaba estudiar las
estrategias, los frentes, las batallas. Todo era lejano, pero siempre había un
mismo patrón; un asesino, aconsejado por varios asesinos, decidía hacer una
guerra, que condenaba a miles de hombre a matar a miles de hombres, contra
quienes no tenían nada en contra. El asesin o asesinos, eran laureados, bendecidos, honrados, con medallas, con pedestales, con el
aplauso social; los soldados, eran abandonados en cunetas, en cementerios, en
casas, donde era imposible ser los de antes, pero había que seguir sonriendo
por la familia, que daba saltos de alegría, al saber vivo a su padre. Ahora, las guerras
se libran en los medios de comunicación; las balas las disparan los jefecillos
de opinión, quienes sumidos en la ideología de turno, da igual el partido, las
siglas, siempre es bueno obedecer al que manda; escupen palabras de odio hacia
el otro bando, siempre hay otro bando, al que machacar, no respetando nada,
cualquier insulto, argumento, es válido si lo dicen los intelectuales o
intelectualas del momento; quienes cargados de verborréicos argumentos, nos impulsan a insultar, a bloquear, a no
respetar a nuestros padres, a nuestros amigos cercanos o virtuales. La guerra
no cesa en 24 horas. Asistimos a bombardeos masivos en redes sociales, que
miramos a cualquier hora, pues las bombas nos causan insomnio, que nos invitan
a contestar a alguien, a quien disparamos, desde nuestra trinchera del
anonimato. Pero, como todo llegarán los días del armisticio y podremos besarnos
y abrazamos, sin temer al enemigo invisible, que ha sido creado por un mentiroso, mentirosa, compulsiva, que ama destruir el respeto y la convivencia.
Ana Tapias( todos los derechos
resevados)
lunes, 22 de marzo de 2021
Un año después
Hace un año, algunos enfermamos de Covid junto a nuestras familias, mientras se decretaba el "Estado de alarma"; nuestro encierro fue todo lo traumático que es pasar una enfermedad desconocida, que estaba dejando cadáveres acumulados, apiñados, vencidos, en grandes superficies habilitadas para ello. Puede salir a la calle, cuando el médico me dio el alta telefónica, pasados tres días sin tener síntomas. Fui a la farmacia, a unos metros divisaba la Plaza Mayor, que me parecía extraña, ajena, ausente. Era como si mis pies hubieran sido pegados al suelo, y no los pudiera despegar de la puerta de la farmacia. El corto trayecto de mi casa, donde mi padre estaba aislado, las calles yacían repletas de vacíos, de ausencias, de miedos, de incertidumbres, que congelaban hasta las flores, que no se atrevían a mirar a los seres que como si fueran funambulistas las observaban desde sus balcones. Pasado un año, las calles se sonrojan dentro de las sombras, que tímidamente vuelven a sonreír, esperando que pronto lleguen los abrazos, las caricias, los besos; que se olviden las distancias, los susurros, los desencuentros; para que la vida sea un destino donde acudir, no de donde huir.
domingo, 21 de marzo de 2021
Trabajos
En mi vida, he pasado por varios trabajos, nunca tuve suerte para estar fija; debe ser que el destino me tiene preparado otra cosa, que no ser una funcionaria triste, amargada, odiosa; de esas he visto muchas; tantas que no quiero ser funcionaria: al menos como ellas o como ellos, que no hay género ni para la idiotez, ni para la mediocridad. Llevo unos meses, formando parte de un equipo que agrupa a diferentes profesionales, que intentamos ayudar a la gente. Mi labor, es escuchar a personas detrás del teléfono. Personas enfermas, sencillas, vulnerables. Intento canalizar su miedo y convertirlo en esperanza. Labor complicada, pues estamos encerrados hace un año dentro de nuestras paredes, sin poder salir, sin abrazar el camino, sin cantar bajo la lluvia. Una de mis compañeras, que tal vez sea superior a mí, por su profesión, nunca por su inteligencia, ni por su carrera; vigila mis palabras, las critica, las condena. Es una mujer joven, de mirada perdida, guapa, elegante; que ha olvidado la empatía con el ser humano; que ha perdido la noción del respeto; que ha decidido emborronar mis palabras, tacharlas, gritarlas. Ayer me escupió “Siempre la estás liando", cuando intentaba razonar con una persona, pero no me dejó terminar. Su absolutismo me abruma, me lleva a las lágrimas. Soy vulnerable, como las personas con las que he llorado al otro lado del teléfono. Siempre me dicen, que en los trabajos hay que aguantar mucho para sobrevivir, pero creo que personas como ella, a quien respeto como mujer, deberían estar fuera de equipos que luchan unidos, para logar un mundo sin dolor.
Ana Tapias( todos los derechos reservados)
miércoles, 17 de marzo de 2021
La tía María
Me busco en las facciones de mi tía, María; intento responder a mis dudas,
a mis inquietudes, a mis soledades. Mis palabras vagan por su mirada, que se
enquista en el espacio del pasado, pero que mi fotografía ha rescatado ochenta
años después; donde la vida ya no es en blanco y negro para las mujeres, sino
en color; donde intentamos ser nosotras mismas con o sin hijos; donde luchamos
por nuestra felicidad con o sin marido; donde volamos en libertad con o sin prejuicios.
Mis sueños, invitan a los suyos a formar parte de mi realidad, para que su
soledad sea acompañada por mi recuerdo, que encuentra a una mujer valiente,
fuerte, diferente, que vivió en una sociedad sin voz.
En memoria de tía abuela María García Redondo
Ana Tapias( todos los derechos reservados(
martes, 16 de marzo de 2021
Trajes del tiempo
Somos trajes del tiempo con brazos, con piernas, con manos, con ojos,
con labios, con pestañas; vestidos de sueños, que caminan a lo largo de la vida
encontrando silencios donde refugiarse, porque las palabras no son sinceras, no
son reales, no son insumisas; son cunas de lo efímero, donde caerse hacía la
nada; por eso, siempre vamos desnudos de minutos, de segundos, de horas;
por eso, siempre nos enamoramos del pasado, donde nos quedamos atrapados dentro
de nuestra esperanza
Ana Tapias( todos los derechos reservados)
domingo, 14 de marzo de 2021
viernes, 12 de marzo de 2021
Atrapar el duelo
Nuestra vida es una sucesión de duelos, que hemos de asumir sin protestar,
lentamente, en silencio, vagando entre la realidad y la fantasía. Sabemos que
existieron, pero sus rostros, se desdibujan de nuestra memoria, de nuestros
besos, de nuestros abrazos, para quedarse dentro de nuestra soledad; donde lloran balanceándose ,de un lado para
otro, como si fueran columpios; donde caen al vacío como si fueran
cristales rotos; donde pestañean en el horizonte como si fueran sombras de la
memoria. Nuestra vida nunca será la misma sin ellas, sin ellos, por eso de vez
en cuando, hemos de atrapar momentos donde sus siluetas, nos acarician, para volver
a ser felices.
Ana Tapias( todos los derechos reservados(
jueves, 11 de marzo de 2021
Instantes en color
martes, 9 de marzo de 2021
Destrucción de la belleza
lunes, 8 de marzo de 2021
Dictadura en el olvido
Leo un
artículo en el diario “El Mundo", del sábado, que me deja en Venezuela y en la miseria en que la sobreviven
la mayoría de los venezolanos; quienes llevan veintidós años, sumidos dentro
del caos, de la vorágine, de la crueldad de Chávez, primero y ahora de
Maduro; quienes gobiernan desde el miedo, desde la incertidumbre, desde el
adoctrinamiento, de una sociedad, que no puede revelarse, porque si lo hace,
termina torturada en la cárcel, si tiene suerte; sino desaparecerá como si
fuera humo y nadie volverá a hablar de ellos. Los países democráticos, ignoran esta
dictadura, debido al juego de alianzas comunistas, que los bendicen sin preguntar,
pues tal vez ellos usen sus mismos métodos. Así que, no es rentable intervenir,
ni declarar guerras imposibles de ganar; es mejor, mirar para otro lado,
mientras millones de venezolanos, han de subsistir con los “Bonos de la Patria”
que equivalen a 2, 97 euros; con este dinero en Europa, podemos comprar dos
barras de pan y media, que son el sustento de familias durante un mes. La
pobreza, se ha instalado en Venezuela, un país que era una gran reserva
petrolera, pero que solo beneficia a quienes hacen de la revolución una forma
de explotación
Ana
Tapias( todos los derechos reservados)
viernes, 5 de marzo de 2021
Ausencias del ayer
Ana Tapias( todos los derechos reservados)©
miércoles, 3 de marzo de 2021
Limites al recuerdo
Lo único
que nos queda, de aquellos seres que amamos, son las fotografías y los lugares
donde vivieron. Sus casas, con sus balcones, con sus ventanas, adonde miramos
esperando que nos saluden. Sus calles que pisamos anhelando sentir sus
huellas. Sus sombras que dibujamos en las esquinas, soñando que nos esperan. Sus voces clandestinas, que nos susurran bajo
la lluvia para que no los olvidemos. Sus manos inertes, que nos acarician en
nuestras pesadillas para calmar su ausencia. Su aroma invisible, que inunda
nuestra piel para oler a ayer. Pero el recuerdo, tiene límites que golpean
nuestra memoria hasta dejarla abatida, traicionada, vencida al otro
del destino.
lunes, 1 de marzo de 2021
Amparo Muñoz y el 8 M
Leo
dos artículos sobre mujeres que llaman mi atención, con titulares opuestos pero
que de alguna forma se abrazan en el tiempo" Diez años sin la mujer
más guapa del mundo" en L O C( suplemento del diario El Mundo) y
"El 8 M saldrá a la calle pese a las advertencias" del diario El
Mundo. Amparo Muñoz, fue una rebelde hermosa; con vestidos de sufrimiento, que
ocultaron sus lágrimas, derrotadas por un tumor cerebral. Mientras que miles de
mujeres anónimas, cuyas vidas, nunca fueron publicadas; nunca fueron jugadas en
los telediarios; nunca fueron alabadas en las iglesias. Patearan las calles, sin
rímel, con mascarillas; gritando contra las desigualdades de ser mujer;
apostando por la igualdad; soñando con la no violencia. Y Amparo Muñoz, las
observará desde la libertad del silencio, cuyas alas frágiles, hablaran al lado
de las flores, que sonreirán a cada mujer, que sueñe con ser ella.
Fotos de mis antepasados
A veces, creo que las fotografías de mis antepasados, llegan hasta mi
memoria para no morir nunca y ser recordadas dentro de mis palabras que buscan,
que interrogan, que persiguen; cada
gesto, cada mirada, cada susurro, de rostros, de los que solo conozco lo que me
han contado vagamente, mis abuelos o mi madre; quienes han desdibujado el
pasado, para convertirlo en un presente erosionado por el amor; del que solo
que queda un traje, como el que llevaba, el hermano, de mi abuela Encarna, Amador, en el día de su
boda. Un derrame cerebral, acabó con su vida a los pocos meses de casarse, con
cuarenta años. Historia terrible, que he escuchado muchas veces; las mismas que
he visitado su nicho en el cementerio de Segovia; donde Amador Heredero Sanz, fue un bello, un
hermoso, un distinguido cadáver con un anillo que lo unía hasta la eternidad; pero ella, de quien he tapado el rostro, con
otra foto de mi tío(, a quien quiero sin saber bien por qué)fue una viuda
prematura, que se casó otra vez, e imagino que siempre vivió con dos hombres a
la vez. Intento que mi tío me hable, pero no soy capaz de escuchar su voz, tal
vez, sea un lenguaje perdido dentro de la distancia y por eso, nunca dejaré de
intentar que me explique cómo se llega al destino, sin pasar por la vejez.
A la memoria, de mi tío Amador Heredero Sanz