A veces, es como si la Historia se quedara ciega y todo desapareciera bajo la ilusión del recuerdo que se rompe, que se erosiona, que se descuartiza dento del sufrimiento quienes lo vivieron, que fueron aquellos que nos invitan a recordar el pasado, si es que merece ser recordado, pues nunca sabremos lo que sintieron quienes trabajaron sin descanso en las iglesias, en los monumentos, en los palacios, que imaginamos cargados de felicidad, pero tal vez, sus moradores fueran seres taciturnos, lugubres, apagados, inhospitos, adornados de comisuras de labios que no encontraban sonrisas, sino la oscuridad de sus silencios; por eso, cuando observo, una consrucción erguida, mayestica, solemene; o cuando comtemplo unas ruinas derrotas, vencidas, desdibujadas, lloro por los que se fueron soñando con la fantasía de un mundo más justo y solo abrazaron el dolor.
Ana Tapias( todos los derechos reservados)©
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