Apenas
recuerdo aquellas voces, que salían del aparato, enorme, que tenían mis abuelos
en la cocina o del pequeño transistor de mi madre en el comedor. Llegábamos del
colegio, mis hermanas y yo( nos iba a buscar el abuelo) entrabamos en casa
y aparecían mi madre y la abuela; aferradas a su monotonía de amas de casa; sentadas,
cosiendo, concentradas, escuchando la radio, con la que me he vuelto a encontrar
por la muerte de Manuel Lorenzo, el abuelo, de la" Saga de los Porretas"; de voz,
cansada, pastosa, entusiasta, que se confundía con mis meriendas de salchichón o de nocilla; los días que no veíamos los
payasos de la tele. El eco de su voz, son mis sueños, mis fantasías, mis
juegos, mis desvelos, que aprendían a entender un mundo donde desconocidos, nos
dejaban emociones visibles, que se colocaban junto a las sonrisas de las viejas
fotografías de mis bisabuelos; seres sin destino, atrapados en marcos del
tiempo; hasta donde he vuelto a viajar con mi uniforme gris de rayas azules,
para ser una niña sin espejo, sujeta a la radio de la memoria, donde siempre
vivirá Manuel Lorenzo.
Con admiración a Manuel Lorenzo, que fue el abuelo de todos los españoles
Ana Tapias( todos los derechos reservados)©
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