Caminaba absorta en mi despertar, cuando varias realidades se cernieron sobre mí; un globo que surcaba los cielos de mi ciudad, cargado de seres que hablan pero no vuelvan, quienes son invitados a soñar con ser algo más que bípedos; el cristal de una tienda de ropa interior, que mostraba piernas de plástico con medias para que mis piernas gorditas y rellenitas, que se sumergen en las dudas, en las incertidumbres, en los miedos de la rutina que acosan mi libertad, se volvieran estilizadas y elegantes, si me decidiera a volar, y asi olvidar el vértigo a la mediocridad, de las personas que me rodean con sus envidias, para sentir el bautismo de la felicidad
Ana Tapias( todos los derechos reservados)©
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