El paisaje envejece, en nuestra mirada, que se agota, día a día, por las
noticias que nos rodean para asesinarnos lentamente, dejándonos el pulso sin
sentido; perdido entre direcciones de la utopía; que se niega a avanzar, a ser
feliz, a continuar por el camino de la supervivencia; que se erosiona, dentro
de espejos, a los que no nos podemos asomar. El paisaje, palidece de miedo al
quedarse sin sombras
Ana Tapias( todos los derechos reservados)©
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