Ante el dolor, viajo hasta el mundo del revés. Busco una dirección, que me
sacuda hacia la alegría. Me cuesta entender la vida, sus trabalenguas, sus jeroglíficos,
sus laberintos; que me conducen a la
nostalgia, ante la tristeza, ante la soledad, de calles, de edificios, de cuerpos;
que no llevan mi nombre; que me escupen cuando me hablan y ante los que solo me
queda mirar desde mi pequeñez. Pero si ando del revés, crezco ante el destino,
soy libre, soy persona, que vuela entre realidades, que sueña entre hojas, que
se posa dentro del susurro, para quedarse quieta, agazapada, incrustada en el
mañana, donde mi voz se escuchara detrás de las montañas.
Ana Tapias( todos los derechos reservados©
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