La
semana pasada, se fueron dos grandes mujeres que ocuparon nuestros espacios de
ocio: María Teresa Campos y María Jiménez. María Teresa, se dedicó a la radio,
a la televisión; donde suprimió nuestras tristezas para regalarnos sonrisas;
María Jiménez, se entregó a cantar, donde nos invitó a tararear sus canciones,
que inundaron nuestros corazones de sensibilidad. Parecían inmortales, pero eran
personas de carne y de hueso, que sangraban por sus heridas de vida, escondidas,
delante de las cámaras; donde se transformaban en diosas a las que susurrar, a
las que acariciar, a las que invitar, a formar parte de nuestros sueños; donde
siempre permanecerán con sus voces inalterables, con sus sonrisas desinhibidas,
con sus cuerpos inhiestos, dispuestos a saludarnos al otro lado del horizonte.
domingo, 10 de septiembre de 2023
Se fueron
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