domingo, 29 de diciembre de 2024

Niebla



 La niebla no invita a subir escaleras, sino a acurrucarse junto a un pijama de luz, donde distinguir entre el amor y el desamor; la alegría y la tristeza; la felicidad del sufrimiento, que se hiela en las calles; que llora en las esquinas, que agoniza en las ventanas, donde unos ojos, se suicidan cada atardecer al soñar con un mundo, que no se venda a la tragedia: pero siempre, queda vestirse de niebla para ser invisible  al dolor.
© Todos los derechos reservados) Ana Tapias García

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