En estos
días, donde las calles de las ciudades se iluminan con luces( unas más
exageradas que otras) nos invitan a pensar en la Navidad; es complicado para
mí, decantarme por la creencia, el ateísmo, o el agnosticismo de estas fechas;
donde uno siempre fantasea con la infancia, y las primeras emociones; y los primeros sueños; y los primeros regalos, que nos acercaban a la felicidad; que con el paso
del tiempo, es recuerdo del pasado,
donde cantábamos villancicos, sin temor a hacernos viejos y llorar por aquellos
que también fueron viejos y ya no están.
© Todos los derechos reservados) Ana Tapias García
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