El recuerdo acariciado por la nostalgia es despedida, como si fuera una hoja enterrada, que susurra al mañana; sosteniendo la memoria de su olvido, que formará un abanico de silencios, en los que llorar dentro del destino, donde no ser palabra, solo ausencia sin horizonte.
© Todos los derechos reservados) Ana Tapias García
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