viernes, 14 de diciembre de 2012

Una escena cotdiana

Una escena cotidiana puede ser rota por los disparos de un " asesino". Un asesino de veinte años que destroza la vida de 20 familias. La vida es una muralla con almenas fáciles de acometer. Somos débiles a pesar de nuestro odio, que nos alimenta la fortaleza. La fortaleza es irrrisoria.
http://www.elmundo.es/america/2012/12/14/estados_unidos/1355502186.html
Se rie y nos derrota. Al pensar en estos horrendos crímenes, dos pinturas me vienen a la mente. De dos pintores que últimamente son claves en lo que escribo: Klimt y Munch. Klimt: La Tragedia; Munch: El grito.  La Tragedia es una la vida dual: la alegria y su máscara: la tristeza. El Grito es el horror, el horror de saberse mortales. Dos pintores para la crueldad. La crueldad de mentes que nunca debieron pintar.
Ana. AmTg.

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