Pensaba escribir esta mañana sobre la pólemica levantada sobre el Premio Principe de Asturias a la fotográfa Anne de apellido impronunciable, o la víctima número 22 de la violencia de género este año.
Yo condeno este nuevo crimen.
Sólo puedo pensar en como dentro de una semana, a uno de mis sobrinos le operarán. Tiene cuatro años nació con una pequeña " malformación" de la que ya le operaron hace dos años, y ahora de nuevo al quirófano. Santiago, así se llama, me recuerda a una niña que también de pequeña visitó muchos hospitales. Una niña que veía el mundo cómo era, no como la decían en el colegio que era.
Una niña que creció sintiendo " el sufrimiento" ajeno en su piel, porqué los niños son pequeños corazones empáticos. El sufrimiento de esa niña, niña que crea sonrisas, y el niño que es mi sobrino son importantes. La importancia de saber que la vida es algo más que una razón es una duda. La duda de saber sí mañana existirá.
Una niña que creció sintiendo " el sufrimiento" ajeno en su piel, porqué los niños son pequeños corazones empáticos. El sufrimiento de esa niña, niña que crea sonrisas, y el niño que es mi sobrino son importantes. La importancia de saber que la vida es algo más que una razón es una duda. La duda de saber sí mañana existirá.
Con todo mi amor de tia a mi sobrino y a la niña que nunca me abadona.
Ana.
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