Un tren que nunca olvidaré. Un tren en el que viajó con el recuerdo. El recuerdo de mis dias de universitaria y de ir a examinarme en a la Universidad Autónoma. Recuerdos del paisaje. Siempre pensaba que estábamos en el lejano oeste y que podrían aparecer los indios haciendo señales de humo. Los indios cargados de plumas que eran los pitidos del tren, que paraba en cada pueblo. Aprendí sus nombres, y viví en sus hogares. Siempre imagino que soy feliz en esas casas lejanas donde mi mirada se pierde. Mirada con destino. Mirada anclada a un hogar. El tren ya no existe, sólo en la memoria.
Ana
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