jueves, 11 de julio de 2013

Esther Quintana

Veo su rostro con un ojo tapado por un parche y me recuerda a una pirata. Una pelota de goma de un Mozo de Escuadra se llevó su ojo. Los ojos acarician la vida. Los ojos son necesarios para la supervivencia de las formas en nuestro pensamiento.  Esther regresaba de expresar sus deseos libremente en la calles cuando se vio envuelta en el fuego cruzado de pelotas de goma. Pelotas proyéctiles. Pelotas asesinas de la libertad. La libertad de Esther nunca será la misma. Esther siente que es un pirata, una pirata del destino. Una pirata en medio de una batalla que no era la suya. La violencia siempre mutila la visión de la realidad.
Ana Maria Tapias Garcia.

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