El presidente de Bolivia, un hombre de piel curtida por el sol,
se ha visto involucrado en una guerra. Las guerras de ahora ya no son como las
de antes. Ahora los espias cambian el mundo, se refugian como sí fueran
trincheras en aviones, embajadas del enemigo. Es la geopolítica la nueva arma de
destrucción masiva. Arma cuyas víctimas colaterales nunca veremos ensangrentadas
en los campos de batalla. Los campos de batalla se libran en despachos. La
Burocracia arroja otros cádaveres, cádaveres cuyo ADN nunca podremos adivinar ,
porque los espias nunca mueren. Evo, Evo Morales ha entrado en guerra.
Ana Maria Tapias Garcia
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