Ayer murieron nueve personas en un autobús de ruta, cuya parada final era Ávila. Yo hace algunos años hice a diario la ruta Segovia-Ávila. Me imagino en ese autobús arrugado en medio de la carretera. Imagino que soy una víctima que se dobla en sus asientos. Imagino mi cuerpo tendido en medio de la naturaleza y no entiendo qué hago allí. No entiendo quién es el culpable. No entiendo que la vida sea efímera. Estoy muerta y he de callar. Callar la violencia de un autobús que me llevaría a la ciudad donde una muralla me abrazaria.
Ana Maria Tapias Garcia.
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