Los bisontes rojos , han recibido la visita de cinco astronautas llegados del planeta tierra. Han aterrizado en el pasado de los pasados: el paleolítico, donde los sentimientos se dibujaban en cuevas , y los vendedores de sueños no pagaban hipotecas en la tribuna del parlamento.
Eran tiempos sin contaminación, ni rayos uva asesinos. Donde la alta costura no se ceñía al cuerpo, que caminaba desnudo o con poca ropa. Donde las máquinas no dictaban la hora de levantarse, con quien se podía hablar, citas del médico, dinero disponible en la cuenta, voces artificiales que lo arreglaban todo.
Deberíamos aprender a dibujar como ellos en la roca, olvidando lo superfluo que nos rodea.
Deberíamos aprender a dibujar como ellos en la roca, olvidando lo superfluo que nos rodea.
Ana Maria Tapias Garcia.
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