Se levantan de sus asientos, bajan, suben escalones alfombrados, llegan a la meta, son aplaudidos por sus seguidores. Según un orden de salida estrictamente milímetrado, nada queda la improvisación, son atletas y se han preparado durante años para la carrera de tú y yo, dejando a un lado a ellos( que somos nosotros, el resto de los españoles, que no tenemos tiempo de entrenar). Ellos, los ellos de los que hablan no les entienden, a la mayoría ni les caen bien, seguimos sus cuerpos como sí fueran a saltar las vallas de la inmigración y llevarnos hacia otro país donde todos podamos correr sin temor a los baches que cubren el suelo.
Ana Maria Tapias Garcia.
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