Leo un artículo en el diario"el Mundo" titulado"Los últimos de la Polio". Las fotos me impactan: niños dibujan en sus rostros el dolor, la crueldad, la misería, de una enfermedad olvidada, pero latente en Afganistán, en Pakistán. Las campañas de vacunación han de sortear obstáculos como: Guerras, Jefes tribales, Costumbres, Grupos religiosos, que no comprenden la importancia de la prevención.
A lo lejos del silencio, escucho las campanas de mi infancia. Mi madre hablaba "de la Polio" cuando no queria ir a vacunarme, y, me escondía por la casa. Sus palabras me llevaban a soportar estoicamente el pinchazo sobre mi cuerpo, a no llorar, a mirar a mi madre agradecida por salvarme la vida, a entender la suerte que tenía de seguir viva.
La Poliomelitis debería diluirse en la memoria, ser un cuento con final feliz.
Ana Tapias
Ana Tapias
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