Mis lágrimas, anoche, adornaron el universo, al recibir el WhatsApp de la hermana, de la que fue mi mejor amiga durante 20 años. Me acusaba de tratar a su hermana"Como a un perro". Al leerlo mi corazón empezó a latir con mucha fuerza, el seismo de la mentira, de la injusticia, de la crueldad, golpeaba mi cuerpo. Mi corazón latía, y latía, no podía pararlo. Pensaba en lo 20 años entregada a sus palabras, a sus pasos, a escucharla, a acompañarla al médico, a abrazarla en la agonia de su padre, a integrarla en mi familia, que la queria.
Ana Tapias
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