martes, 17 de noviembre de 2015

Caminando por Madrid

Caminaba por Madrid, algo despistada, me equivoqué de calle y aparecí en la maternidad de O`Donell, donde nacieron mis cinco sobrinos. Cuando vi una pintada que llamó mi desconcentrada atención."Muerte al Islam", se podía leer.  No  sabía si fotografiarlo o no. Al hacerlo supe que escribiría  sobre ello.
 No creo en casi nada, ni en casi nadie.   Fui bautizada en el Catolicismo, que  no practico,   ni tan siquiera como utopía, como tenue esperanza, como  consuelo al vacío que se encuentra tras la muerte. Comprender el Islam, he de  reconocer que me cuesta desde mi ateísmo, pero, respeto a quienes lo practican,  y, lo sienten en su interior.  No creo que el Islam, sea una religión que cause daño, ni a la que haya que perseguir. Aquellos que en su nombre crean duelo, dolor en la sociedad, hay que  juzgarlos y encarcerlalos.
El ser humano tiene la capacidad de amar con las palabras, con los gestos, con la suma de su sabiduria. Escuchemos a quienes hablan,  no a quienes matan, y no cometamos el error de ser como ellos.

Ana Tapias.

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