Estos dias, he entendido lo díficil que es escuchar las tragedias ajenas, nos parecen frívolas, alocadas, egoistas, absurdas. Vivimos encerrados en nuestro mundo, ignorando a los que lloran, por miedo a olvidar que solo nosotros importamos, que fuimos bautizados para sonreir, no para someternos al rugido del viento, ni a la mar embravecida, ni a ahogarnos en medio del océano.
La pereza nos arrebata el sentimiento.
Ana Tapias
La pereza nos arrebata el sentimiento.
Ana Tapias
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