Nos preguntábamos
este verano, tan caluroso, si la lluvia existía o si era fruto de nuestra
imaginación somnolienta, agotada, vencida, por el exceso de calor, al que no estábamos
acostumbrados y nos convertían en seres gaseosos; que volábamos hacia otros
destinos más gélidos, sin llegar al Polo Norte; puesto que, nuestra fantasía plurinacional no
cubre un mapa tan lejano, se queda en una playa soñada a la que anhelamos ir,
para refrescar nuestro esqueleto, que contempla pasmado las noticias, que nos
obligan a mirar a los pantanos secos,
por nuestras habilidades para cargarnos el planeta, que ha llevado a algunos a
hablar del cambio climático, que parece que justifica la desaparición de la
lluvia ,que se ha ido, y no sabemos si volverá, pero cuenta la leyenda
que la lluvia es analfabeta y no sabe
leer a los pensadores del clima, por eso, decide salir del silencio y caer
sobre nuestros cuerpos que ya en estado sólido, compran paraguas de colores, para
poder seguir soñando
Ana Tapias( todos los derechos reservados)©
No hay comentarios:
Publicar un comentario