Los
días, desde hace dos años, que llegó un virus asesino; se hacen largos,
tediosos, insoportables; por el miedo que tenemos a ser contagiados, por seres
desconocidos, que pululan a nuestro alrededor, sin mascarilla, penetrando en
nuestros cuerpos obsoletos, indefensos, entregados al destino de una enfermedad,
que no podemos controlar y que nos puede dejar en una tumba cubierta de
nostalgia. Pero de vez en cuando, llueve y el mundo se vuelve del revés, y abrazamos
la tierna de esperanza de ser fieles a la vida
Ana Tapias( todos los derechos reservados)©
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