viernes, 23 de septiembre de 2022

El tío Froilán


 Mi madre, se puso a revisar viejas fotografías, y apareció un hombre, que ella, cree que es su tío-abuelo Froilán Sanz Cristóbal, hermano, de su abuela materna, Flora Sanz Cristóbal; quien se fue a Chile, a intentar construir un futuro mejor; lo único que sé, es que nu,nca volvió; así que, intuyo que le fue bien, que se casó, que tendría hijos; sangre de mi sangre; quienes ignoran mi existencia y yo la suya. Algo tengo seguro, que mi tio-bisasuelo, era un hombre con ojos claros y pelo rubio, como mi abuela; de grandes ojos verdes y pelo rubio; sus hermanos tenían los ojos azules y el pelo claro. Los retratos de antaño, no hacían justicia con la realidad, que se desvanecía dentro del ojo de fotógrafo; quien ensimismado, exánime, extasiado, en no perder detalle, en reflejar la realidad, en sentir la presencia del ser humano, cargado de sueños; que acudía a su estudio, olvidaba la naturalidad, la sonrisa, la belleza, de los seres, sin bautizar, que pasados, más de cien años, parecen ajenos a la vida, envueltos en las nostalgia de un tiempo sin estrategias, con pausas, sin mentiras;  que sacaban a la luz, el alma acuosa,  de aquellos, que debían mandar señales de prosperidad a su familia. El tío Froilán, nunca adivinaría que su sobrina-bisnieta,  le iba a recordar.

Con amor a la memoria de Froilán Sanz Cristobal, de su sobrina-bisnieta

Ana Tapias(todos los derechos reservados)©

 


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