martes, 20 de septiembre de 2022

Sombras del pasado



 En uno, de los cajones de la casa, se esconde un bote pequeño, que perteneció, a mi tía-abuela, María. En la tapa, se lee" Estuche para ovillo de hilo para crochet", y cuenta con un circulo pequeño abierto. En la parte de bajo, viene escrito cómo usarlo".... Para servirse de este estuche se coloca el ovillo en el mismo con la etiqueta abajo, se procede a quitar el ovillo de cartón que hay en el interior del ovillo, doblándolo hacia adentro. Así pierde su forma circular y sale fácilmente. Se toma luego el cabo del interior del ovillo, se pone por el ojete de la tapa y cerrada ésta, queda el ovillo en estado de desovillarse, perfectamente hasta el final."". Me parecen complicadas, las instrucciones, para la España, casi analfabeta de principios del Siglo XX. Mi tía nació en 1896; ignoro si se logró hacer con el ovillo y su artilugio; a mí, me hubiera resultado casi imposible acertar, pero, tal vez, ella, fuera una fuera serie de los ovillos y sus manos acertaran a la primera, con este jeroglífico de palabras, que son un eco del pasado; que existió donde la memoria pierde la inocencia; donde las lágrimas no son contadas; donde la fantasía era en blanco y negro; donde los suspiros no estaban contaminados; donde el silencio era escuchado; donde la rutina no tenía despertador; donde los espejos no se maquillaban; donde la nostalgia era un vela; donde el perdón no se usaba; donde el misterio no necesitaba de cómplices; donde todo parecía innecesario. El pasado nos acaricia con su sombra, para enseñarnos que pronto seremos parte de él

 Ana Tapias( todos los derechos reservados)©





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