jueves, 30 de noviembre de 2023

Blanco y negro


 Hay días, que mi alma se confunde con el paisaje; cuyo color es el blanco y el negro, de mis lágrimas; que rebotan en los edificios para llegar a las montañas, donde mis pies dentudos, caminan hacia mis sueños que se abrazan al destino, para ser dibujados en medio del silencio.

Ana Tapias( todos los derechos reservados)©

Lágrimas del destino


El destino llora en silencio, agazapado entre el olvido, susurrando melancolía, destilando anhelos de ser participe del hoy; que se evapora entre incertidumbres del mañana; donde el recuerdo de lo que fuimos será un abrazo a nuestra existencia, cuyas lágrimas son depositadas  en el abandono.



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martes, 28 de noviembre de 2023

El músico



 El silencio de las calles, es un murmullo de silencios estrangulados en blanco y negro, que toman color en las voces anónimas; que cantan en medio del destino; que acarician almas solitarias; que sonríen olvidando sus lágrimas;  que desdibujan , sueños rotos, sueños escondidos, sueños vencidos, por la frugalidad de la vida, que abraza la eternidad del momento; donde un desconocido, surca nuestro corazón de notas musicales, que bailan al compás de nuestros deseos, que vuelan sin miedo.

Ana Tapias( todos los derechos reservados(©,

lunes, 27 de noviembre de 2023

Desequilibrios


 

El equilibrio se rompe en nuestro destino;  que se desgaja en medio de la nada, que nunca habla, que nunca grita, que nunca acampa en la memoria; que se desdibuja lentamente dentro de nuestras lágrimas, que lloran ausencias del ayer del hoy, del mañana; donde nuestras almas,  encontraran dentro del silencio, el abrazo que les fue negado mientras eran aclamadas por la muerte; que nos persigue hasta que nuestros ojos se cierran para nunca volver a soñar.

Ana Tapias( todos los derechos reservados)©

Pequeños héroes

 

El destino, me llevó la semana pasada a un hospital especializado en niños; me cuesta asimilar que criaturas tan pequeñas; tan dotadas de magia para la fantasía; tan entregadas a la libertad de los juegos; sean invadidas por la enfermedad; que les acerca al dolor;  que les enfrenta al sufrimiento, que les sume en la desolación de su encierro en un espacio, con cerraduras, para sus sonrisas; tuve que estar, muchas horas, entre pasillos; mis ojos abrazaban a los niños, que pasaban junto a mí; entre todos los niños, se me heló el corazón, cuando encontré a una niña sin pelo, tumbada sobre una camilla, con la mirada asustada; que no entendía por qué ella, no podía estar el en patio del colegio, susurrando a sus sueños que volaban junto a su adolescencia; por qué  ella, debía formar parte de un cuadro de mando que ejecutaban otros para salvar su vida; por qué ella, no saltaba en los charcos olvidados por la lluvia, cada tarde, al salir del colegio. Esa niña, como todos los niños que sobreviven acosados por la muerte, son pequeños héroes de la resistencia, que gritan abecedarios de agonía en medio de la rutina; son pequeños héroes de la alegría, que suspiran con palabras de colores, al otro lado del arco iris; son pequeños héroes del silencio, que atraviesan laberintos para instalarse en el horizonte, donde algún día, buscaran sus recuerdos para ser valientes.

 Ana Tapias( todos los derechos reservados(©

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martes, 14 de noviembre de 2023

Desdibujar el silencio


 El paso del tiempo, se asemeja a un muñeco con un reloj sin manecillas: que se tambalea sobre su cuerpo desnudo; que busca ser acariciado por la inmortalidad del momento; que yace escondido en medio del silencio; que pulula entre la nada y entre el destino; que es subrayado bajo la lluvia, con frases, que claman al recuerdo; que es exiliado a campos de concentración de la monotonía;  donde los abrazos reclaman ser parte del calendario, que sueña con el ayer; donde los ojos cerrados de un muñeco lloran al mañana.


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lunes, 13 de noviembre de 2023

Madre e hijo


 Dos viejas fotografías que en su día fueron jóvenes fotografías, como los fotografiados: mi bisabuela Flora, y mi tío Amador. Madre e hijo, juntos en un pañuelo de mi bisabuela; desgastado, descosido, roto, por el paso del tiempo; que intuyo que para mi bisabuela, formo parte de su monotonía estrangulada por la muerte prematura de su marido; mi bisabuelo Manuel, que dejó a tres hijos muy pequeños, casi en la miseria; de la que salió mi bisabuela, trabajando como sirvienta, en una casa de señores adinerados, sin uno de sus riñones; toda una heroicidad en los años veinte, del siglo pasado; donde la medicina era un lujo para los ricos, que mi bisabuela observaba en su idas y venidas, por la casa donde limpiaba. Flora Sanz Cristóbal, fue una mujer valiente, libre, emancipada. Sus dos hijas y su hijo, tuvieron que ponerse a trabajar, cuando sus cuerpos se lo permitieron. Mi abuela, ayudaba a su abuela a vender ajos en el mercado, pasando a la fabrica hasta que estalló la guerra civil, y las mujeres, muchas mujeres, fueron encerradas dentro de sus labores. De mi tío, Amador, conozco poco; tan solo, que no fue feliz hasta los cuarenta años,  cuando se casó; pero un derrame cerebral, acabó con vida a los pocos meses, dejando su cuerpo en medio del olvido; de donde rescato a mi tío-abuelo, al que nunca conocí , pero su memoria ha crecido en mi corazón, como sus ojos verdes ,que sobrevivirán en mi mirada; que conjugarán mis palabras; que saltarán en mi fantasía, donde abrazo a mi tío, como si fuera un osito de peluche del recuerdo. 

Con amor a mi bisabuela Flora Sanz Cristóbal y a mi tío-abuelo Amador Heredero Sanz
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domingo, 12 de noviembre de 2023

Desesperación del olvido


 Los días desaparecen sin pausa, ante la agonía de nuestra mirada; que implora no ser secuestrada por el olvido; que es fácil de encajar dentro las lágrimas de nuestros ojos.  que anhelan recordar; que suspiran brillar; que acarician la eternidad; que se cuela dentro de una alcantarilla sin formas, sin voz, sin palabras: que mueren encriptadas en el ayer, donde su eco es recogido por las manos de los hombres, de las mujeres, que atrapan viejos sueños.

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viernes, 10 de noviembre de 2023

María Jesús S

 



 

Andaba envuelta en mis angustias del jeroglífico que supone mi nuevo trabajo; cuando encontré su sonrisa amable, su dulzura incondicional; su mano tendida entre la distancia que nos separaba. Su ternura paralizó mi miedo; me habló, me dijo que si quería sus dibujos; mis lágrimas se tornaron en sonrisas, y contesté que sí, que amaba el arte. María Jesús, me regaló su esfuerzo, su tenacidad, su entusiasmo, su necesidad de sobrevivir al paso del tiempo; de ella, que fue modista y ahora es una mujer mayor con andador, que pulula entre la realidad y el deseo; que vaga entre olvido y la memoria; que colorea entre la fantasía y el sueño; donde me abraza; donde me habla, donde me susurra, que he caminar mirando a personas desdibujadas por el silencio como ella; que merecen ser recordadas; que merecen ser bautizadas, que merecen ser  estrellas en medio la noche obscura, que nos derrotará a todos, pero hay personas como María Jesús, que nunca dejaran de brillar.

Con cariño a María Jesús Sánchez

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Desarraigo del tiempo


 

El tiempo  se adueña de nuestros cuerpos, toma diversas formas a lo largo de nuestra existencia, cambiamos en marcos de minutos, de segundos, de horas, de años, de décadas, que nos llevan a  no reconócenos en el espejo; puesto que la memoria sobre nosotros mismos se erosiona, se pierde, se ancla a nuestra juventud; donde éramos guerreros aguerridos a la indiferencia de la muerte; que se aproxima al cumplir años, que nos llevan exiliar, a proscribir, a desarraigar el tiempo, para soñar con sobrevivir al destino.

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miércoles, 8 de noviembre de 2023

Noticias de la memoria

 

Leo un periódico atrasado, de esos que acumulo en mi habitación, para poder resistir al frio de la monotonía, que me deja  aterida de circunstancias ante las que no me puedo revelar; pero la lectura, me trasporta a otros espacios donde viajo hasta otras realidades,  que han de sobrevivir al olvido y para ello,  crean asociaciones como "Apadrina una vaca", debido a la desaparición de las vacas lecheras en Teruel; y mi memoria  viaja hasta el  pueblo de mis abuelos paternos y de mi padre; donde mis abuelos tenían vacas, bautizadas con nombres, que les daban un matiz familiar; pues eran primas carnales de la necesidad; a las que cuidar, para deshacerse del hambre, que llamaba a su hogar, que gritaba en el monte, que saltaba en la España de la postguerra; donde las vacas dormían cerca de sus dueños, que anhelaban, que soñaban, que cantaban,  por la llegada de tiempos mejores, y los tiempos mejores, echaron a las vacas de los humildes hogares, por las cuotas marcadas desde Bruselas;  que mi abuelo, Saturnino, nunca entendería;  pero sus manos de ordeñador, descansarán en el paisaje del recuerdo, de una España en blanco y negro.

Con amor a la memoria de mi querido abuelo Saturnino Tapias de Andrés

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Sombra de una hoja

  Las hojas resguardadas en su ayer,  acarician a su  sombra   que las escucha dentro del olvido; que las persigue; que las acosa;   que  las vence, para dejarlas al otro lado del destino; donde alguien las soñará con pausas, con silencios, con soledades,  imposibles de traicionar;  que las depositaran en el más allá,  junto a su cuerpo debilitado por la erosión de la lluvia, que derriba su balanceo en medio de la nada; adonde el susurro; adonde el recuerdo  adonde la tragedia, las entrega a su fin.


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domingo, 5 de noviembre de 2023

Otoño sobre la memoria


  Cada otoño, la nostalgia abastece la memoria, que naufraga en el paso del tiempo, donde el silencio, donde la soledad, donde el sentimiento, interroga a la eternidad; que abraza sin miedo al olvido, de aquellos, seres que caminaron, que soñaron, que amaron, con la mirada sujeta a la supervivencia de un mundo, que se desvanece en el ayer, que es derrotado por el hoy, que llora ausencias embalsamadas en viejas fotografías.

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Florencio


 Estas figuras, las crea Florencio;  a quien conozco desde hace unos meses; vive en una residencia de mayores, recluido entre su fantasía y entre la realidad de un lugar cargado de normas, repleto de horarios, encuadrado en su supervivencia;  que Florencio destina a pasear junto a su silla de ruedas, que le sirve de mostrador, de sus animales, que recuerdan a sus vacas de su pueblo; donde soñaba en  libertad;  donde caminaba sin miedo; donde vivía abrazando al destino;  que le ha posado en mi mirada, para que le ayude a cuidar a sus vacas; para que le de la mano con mi sentimiento; para que su memoria no se pierda en el olvido y sonría siempre dentro de mis palabras.

Con cariño a Florencio

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viernes, 3 de noviembre de 2023

Nostalgia


 Me persigue esta fotografía, que debió ser de mi tía María. Los novios se la mandarían para que participaran de su felicidad. Encuentro el dorso de la fotografía, que se hizo el 14-5-1951; intuyo, que todos, soportaron su destino con estoicismo, con fuerza, con valentía; agazapados bajo el anonimato de sus vidas; que rescato dentro de la nostalgia, que me invade al interrogar a sus rostros desfigurados por el paso del tiempo; donde naufragan; donde vagan; donde hablan del ayer; país que abraza su recuerdo como si fuera un susurro de soledad.

Ana Tapias( todos los derechos reservados)©

jueves, 2 de noviembre de 2023

Espacio para el olvido


 Cualquier espacio, es bueno para lo olvido; solo hay que cerrar los ojos, secuestrar la mirada, desdibujar el recuerdo, para encontrarnos a salvo de casi todo menos de nuestras lágrimas; que lloran en silencio, desde un horizonte de soledad; adonde no llega el beso;  adonde no se posa la melancolía; adonde no salta la esperanza, que yace escuálida, que agoniza deteriorada, que muere asolada por la tristeza de la vida, que pierde la memoria de los sueños, que abandona la ilusión, que pega a la felicidad, que como si fuera el olvido, nunca vuelve.

Ana Tapias( todos los derechos reservados)©