Las hojas resguardadas en su ayer, acarician a su sombra que las escucha dentro del olvido; que las persigue; que las acosa; que las vence, para dejarlas al otro lado del destino; donde alguien las soñará con pausas, con silencios, con soledades, imposibles de traicionar; que las depositaran en el más allá, junto a su cuerpo debilitado por la erosión de la lluvia, que derriba su balanceo en medio de la nada; adonde el susurro; adonde el recuerdo adonde la tragedia, las entrega a su fin.
Ana Tapias( todos los derecho reservados)©
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