domingo, 31 de marzo de 2024

Conflictos de la fantasía

 Hay lugares, esquivos a la realidad; leo uno de ellos, en el periódico; me conduce a un territorio llamado" Esequibo"

sábado, 30 de marzo de 2024

¿ Qué piensa una manzana?


 Una manzana, expuesta en cualquier momento a ser devorada, por el apetito insaciable, de un hombre o de una mujer, que camina silente hacia ella, para pillarla expuesta a la desnudez del destino ¿Qué piensa una manzana? Tal vez, que la crueldad se acerca a su cuerpo; que será olvidado, para sufragar el instinto de supervivencia de un ser, sin sentimientos; que adora el mañana, donde su memoria se perderá en una hilera de tumbas sin nombre.

Ana Tapias( todos los derechos reservados)©

¿ Qué piensa un limón?

Lágrimas blancas, caen por las mejillas, de un limón desvaído; que se desdibuja de su libertad; cuando es apretado por un par de manos grandes; que lo invitan a perder su olor, su elegancia, su esencia; para servir el deseo de un ser vulgar; que golpea su inteligencia hasta exprimirla ¿Qué piensa un limón? Tal vez, que su vida, debería caer sobre la memoria de aquellos, que suspiran rostros en medio del silencio, para permanecer fiel a su ayer.

Ana Tapias( todos los derechos reservados)©

jueves, 28 de marzo de 2024

Camuflarse XI


     Caminaba observando a las cigüeñas; sus vuelos son cercanos, amables, expansivos; me atrapan dentro de sus cambios de sentido; me sugestionan sus acrobacias horizontales; me acogen sus cambios de sentido; que apenas tuve tiempo de fijar mi mirada en un pajarillo;  escueto, diminuto, casi adolescente; que se había posado en la rama de un árbol; parecía salido de un cuento de mi imaginación, pero era real;  me apresuré a fotografiarlo,  para saber que existía, para paralizar su huida, para aprender a recordarlo; seguí su atolondrado vuelo, me detuve en su nido; que no era nido, sino un agujero dentro de un árbol, donde se introdujo con perseverancia,  como si fuera fácil adentrarse en el silencio, donde la oscuridad, camufla su supervivencia.

 Ana Tapias( todos los derechos reservados)©

domingo, 24 de marzo de 2024

Cigüeñas

 

Las cigüeñas, cada primavera, bautizan el horizonte, con sus alas que despliegan como si fueran abrazos infinitos al paisaje; que se deja acariciar por la nostalgia de los sueños; por la bondad del recuerdo; por la ternura de silencio; que habla de infancias, donde jugar a volar, era un delirio de los pies pequeños, que caminaban con dificultad, mientas saltaban charcos, donde el reflejo del mañana era un atisbo de libertad. Las cigüeñas, cada primavera, nos invitan a recobrar la fantasía que olvidamos al crecer.

Ana Tapias( todos los derechos reservados)©

jueves, 21 de marzo de 2024

Se despierta la primavera

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  El invierno se desnuda, ante la primavera; que se despereza entre los susurros de flores; que abren sus pétalos al destino; que suspiran al amanecer; que bostezan en cada rostro; que cantan con las aves, cuyas notas musicales rozan la eternidad del momento, que aplaude la belleza, del paso de las estaciones, sobre las sombras cuyos corazones laten al abrazo del  color.

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domingo, 17 de marzo de 2024

Guante perdido

En una rotonda, donde los coches no se detienen a soñar, yace un guante olvidado por su dueño; pasan los días, y sigue en el mismo lugar;  descarnado por la lluvia, por el frio, por la nostalgia de un mundo, con circunstancias, que le abracen; que le conminen a formar parte de un cuerpo; que le inviten a leer en el abecedario del silencio de las cosas; donde será un objeto con nombre y con apellidos, que se desdibuje en el ayer, por un descuido sin perdón

 
Ana Tapias( todos los derechos reservados)©

sábado, 16 de marzo de 2024

Luz de la memoria


 La memoria se apaga lentamente, sin condiciones, sin clausulas, sin exigencias; fulminada por el abrazo de los segundos, que nunca son eternos; que nunca son predecibles; que nunca son definitivos; que hablan con el recuerdo, que se escinde; que se desdibuja; que se pierde; acompasado por la luz del atardecer; que atrapa nuestros cuerpos en fotografías; que alguien observará con interés;  que alguien besará con amor; que alguien llorará, con lágrimas, arropadas  por  la soledad, de lo que fuimos, de lo no fuimos; de lo que soñamos, de lo que soñamos; de lo que sufrimos, de lo que no sufrimos; de lo que sentimos, de lo que no sentimos; de lo que vivimos, de lo que no vivimos; para ser derrotados por la obscuridad.

Ana Tapias( todos los derechos reservados)©

jueves, 14 de marzo de 2024

Ellas, ellos y el ayer


 Esta fotografía, no es mía, es de mi madre; es una herencia de mi tío-abuelo, Esteban; que es al único que reconozco de todos. Intuyo que pertenece a la década de 1920, donde la guerra civil española era impensable, para estas personas humildes, alejadas de la grandeza de las decisiones, que marcarían sus existencias para siempre, como la de mi tío; que fue condenado a muerte, por el dictador del bando sublevado; pero el destino, le salvó la vida y quiso que llegará a los 105 años, conociendo la democracia. Al lado de mi tío, se encuentra su mujer, la tía Lucia; que tuvo que trabajar en casas ajenas, para poder sobrevivir; fue  criada; creo que planchadora; son rumores que han llegado a mi sentimiento de sus vidas; de las que ignoro sus sonrisas, sus lágrimas, sus conquistas, sus derrotas, sus sueños, sus pesadillas; el resto de personas de la fotografía, del puente con un rio al lado, desconozco sus nombres, sus nacimientos, sus muertes; siempre me gusta imaginar que fueron felices; que se retrataron para ser recordados en un futuro imposible de descifrar; donde sus rostros se han convertido en microscópicas huellas del ayer.

A la memoria de mi tío Esteban, y de su mujer, la tía Lucia
Ana Tapias( todos los derechos reservados)©

Soledad de la memoria

La memoria, es como está botella vacía, en medio de la madrugada; que anhela, que unos ojos aún dormidos, abracen sus suspiros de vida, cosidos con imágenes del ayer; que resucitan el sufrimiento del hoy; donde la existencia yace perdida, en la niebla del paso del tiempo, y siempre queda el recuerdo que se alza como si fuera un monumento a la resistencia.

 

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miércoles, 6 de marzo de 2024

Primer plano


 

Nuestra mirada se pierde en nuestro pensamiento, sobrecargado con el estrés de la rutina, que nos empuja a estar ciegos frente a la belleza; que se adelanta en primer plano, mientras el horizonte resguarda el segundo plano; donde la sonrisa esboza el sentimiento del recuerdo, que vaga en nuestros corazones, sin cansarse ante el mañana; que se evapora dentro de las lágrimas del olvido, para ser fiel al ayer.

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martes, 5 de marzo de 2024

Oscuridad del momento


 El momento es frágil a la vez que eterno, se abarca con los dedos de una mano; que cuentan emociones, que se deslizan cada atardecer bajo el olvido; que nos seduce para ser ayer; donde nuestra sonrisa será luz para quienes nos quisieron.

Con amor a mis cinco sobrinos, que espero me recuerden¡ Os quiero!

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domingo, 3 de marzo de 2024

Perder el sentimiento

 



Un guante perdido en medio de la nevada; se hiela de olvido; que perpetra su venganza, pues le obliga a perder del sentimiento de pertenencia, a una persona, que necesitaba su calor, su abrigo, su ternura bajo el frio inhóspito; pero el guante ya es ayer, y nunca será mañana; donde la sonrisa solitaria, de una mano con dedos que lloran, acariciara al otro guante para que no se vaya de su memoria.

Ana Tapias( todos los derechos reservados)©


Aquellos inviernos



 La vida parecía fácil, en aquellos inviernos de mi infancia, donde la nieve era el único problema,  que alejaban a mis pies de mis sueños; se tornan invisibles con la desnudez del tiempo; se han vuelto frágiles, inconsistentes, sentimentales; mis ojos cargados de esperanza,  han quedado ciegos de ilusión; ser mayor, es una tragedia para mi corazón sin tacones, que camina descalzo ante el horizonte nevado.

Ana Tapias( todos los derechos reservados)©



viernes, 1 de marzo de 2024

La muerte sobre nosotros


La muerte, se acomoda nuestro abecedario de silencios; vive en nosotros, a pesar de nuestra negación; se cuelga de nuestros parpados: donde se columpia sin miedo a caerse al vacío; con el estímulo de saberse importante; de creerse imprescindible; de soñarse necesaria, en nuestras rutinas de desaciertos, que golpean una y otra vez contra nuestro destino; que escrito o no escrito; puede aparecer en cualquier momento, para cortar nuestras alas de supervivientes y postrarnos sobre o bajo, las sábanas del olvido.
Ana Tapias( todos los derechos reservados)©