La
dictadura en Venezuela, parece que es un eco en el tiempo, el cual es complicado,
desdibujarse; ayer, María Corina Machado, fue secuestrada, para ser liberada
horas después, cuando clamaba por la victoria en las elecciones, del 28 de
julio, de Edmund González, presidente electo de Venezuela; quien hubo de
exiliarse a España, para salvaguardar su vida; quien ha iniciado un viaje de
regreso a su país, para jurar su cargo como presidente. María Corina, con su verbo
sin miedo, gritaba al mundo” No a la dictadura”, que somete a los venezolanos a
sobrevivir en una cárcel de silencio; en una soledad de hambre; en un destierro
de libertad. Existieron otros luchadores, convertidos en héroes por su muerte;
cuyas almas, se resguardan en el firmamento.
Leo sus nombres, en el diario, “El Mundo”se llaman: Osvaldo Payá; el general
Baduel; el general Hugo Torres; Oscar Pérez; quien parece que resiste con vida M
José Daniel Ferrer; y muchos más; ellos, fueron y son, importantes,
trascendentales, necesarios, para que en sus países entregados a la tortura, creciera
una esperanza de libertad; que nunca marchitara, pues la democracia, ha de
seguir caminando entre la sangre de los inocentes.
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