La Iglesia anglicana ha decidido que las mujeres pueden llegar a ser jefas de rezos y absoluciones. Nadie mirara sus pechos, ni debajo de sus faldas, ni si llevan tacones, ni las uñas pintadas, ni si tienen canas.La imagen que tengo de los obispos son de los católicos: gordos, contundentes, aristocráticos, y dictatoriales en sus sermones, con una cruz pesada sobre sus camisas negras. El negro es el color del dolor, que explayan sobre su infierno el que llevan dentro de sus mentes y sacan en iglesias con poca luz y analfabetismo. Estoy convencida que las Obispas abrirán las ventanas de la fe, para que luzca blanca y solemne en medio de los creyentes.
Ana Maria Tapias Garcia.
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