martes, 1 de julio de 2014

Dolor.

Paso dias de parque con uno de mis sobrinos. Ayer no podía entender cómo dos niños le hicieron rabiar: uno de ellos le quitó su cubo, el otro no le dejó ,algo parecido, a un pala de hacer helados. Lloraba sin consuelo y se preguntaba por qué  no les importaba que él llorará.
Cómo explicarle a un niño de cinco años,  que a nadie le importa  el dolor del otro, que el egoísmo se mece en el mundo, que los humanos son animales con ojos,  y sólo saben cortar flores sin olerlas. 
Mi sobrino decía" No lo puedo soportar". Su corazón estalló ante dos niños que ya eran lo, suficientemente,  adultos para mirar con indiferencia. 

Ana Maria Tapias Garcia. 

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