Mi sobrino de cinco años y medio suele pasar unos dias en Segovia, antes de irse a la playa. Vive en Madrid ajustado a un horario severo de 9 a 5 de la tarde en el colegio. El sábado por la mañana fuimos al paque.Había unos niños más mayores jugando al fútbol, vigilados por la madre de uno de ellos, y el padre del otro. La madre también cuidaba de su hija pequeña. A mi sobrino le dieron un balonazo, la madre no se disculpó. Mi sobrino se puso a hacer un aeropuerto con sus manos, un cubo, y un rastrillo siendo los aviones del niño con madre.
Dejó de jugar al fútbol. Él, su hermana y su madre se pusieron al lado de mi sobrino con sus palas. Se puso a llorar, iban a destrozar su aeropuerto, que tanto le había costado hacer. Les dijo" Que no jugaran a su lado". La madre le contestó" Dame los aviones" Mi sobrino no entendía cómo se les quitaban. Me indigna y me parece, mezquino, una adulta que ataca a un niño de cinco años y medio, que llora en vez de calmarle. Me cuesta entender la crueldad de una adulta con un niño. Me cuesta.
Dejó de jugar al fútbol. Él, su hermana y su madre se pusieron al lado de mi sobrino con sus palas. Se puso a llorar, iban a destrozar su aeropuerto, que tanto le había costado hacer. Les dijo" Que no jugaran a su lado". La madre le contestó" Dame los aviones" Mi sobrino no entendía cómo se les quitaban. Me indigna y me parece, mezquino, una adulta que ataca a un niño de cinco años y medio, que llora en vez de calmarle. Me cuesta entender la crueldad de una adulta con un niño. Me cuesta.
Ana Maria Tapias Garcia
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