Las nuevas marquesinas separan a los mendigos de las personas decentes. Todo un logro para el ciudadano de a pie, que no ha de toparse con un sucedáneo de si mismo, empobrecido por la mala gestión de los políticos. Han dejado a una sociedad empobrecida con sus robos, uno tras otro.
Ayer oí como la alcaldesa de Alicante " supuestamente"( creo que está imputada) traficaba con un hombre que creo era constructor, Olía a borrachera de poder, olia a hacer y deshacer sin mirar a aquellos que sufren en las calles, con el único consuelo de una botella de vino peleón.
¡Qué pereza me da contemplar sus fechorías y saber que no devolverán el dinero que no irán a la cárcel, mientras que unos decentes mendigos son considerados enemigos de la salud. ¡ No hay justicia en este país!
Ana Maria Tapias Garcia.
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