Cada mañana elijo un motivo para sonreír, a pesar de que la tristeza me vadea, de que las lágrimas me buscan, de que la lluvia adorna mis mejillas. Cada mañana busco la caricia de una mirada, de una palabra, de un gesto cómplice, para soñar que la realidad cambiará. La sonrisa me ayuda a caminar.
Ana Maria Tapias Garcia.
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