jueves, 23 de julio de 2015

Dentista

Hasta que me puse aparato, los odiosos" Brackets", descuidé mi boca. Mis dienteeran un collagde caninos, incisivos, muelas, mal avenidos, qume  ayudaban a comer.
Acudo, anualmente, a mi revisióde ortondoncia. Clara es mi ortondoncista,  hizo que sonriera sin miedo. Tras acabar coClara, mis encias salierode su escondrijo.
Acudo, cada seis meses, al peridoncista, Alfonso. Antes que me vea el doctor, la higienista limpia mis encias, sin anestesia, aguanto de momento siella.
 Con la experiencia acumulada ddos años eternos , cada mes era más doloroso quel anterior, había que ajustar los "Brackets"; creía  que la limpieza no mdolería,  mengañaba a mi misma."Mi boca busca  cerrarse. Soy torturada por la Inquisición. La higienista me va a matar, que lo haga de una vez, quiero morir para ser libre" pienso tumbada en la silla eléctrica.
 Odio ir al dentista, pero siempre vuelvo.

Ana Tapias.

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