Compro el periódico los sábados, lo leo pausadamente el resto de la semana. Dos imágenes secuestran mi ánimo, una está en portada es Omar Sharif, en Dr Zhivago, joven, apuesto, inmune a la muerte, que le ha consignado como un mito, de lengua, de trapo, al que admirar, amar, idolatrar desde la butaca, el sofá, la cama.
La otra imagen se esconde en páginas interiores, es una niña de 17 años, casada a la fuerza con un hombre de 47 años en Chechenia. Ramzam Kadirov, presidente Checheno, ha impuesto la poligamía, la" Sharia" y la tortura; con la complicidad de Puttin.
Jedha-Luiza Goylablyeva llora, me recuerda a una virgen que recorre las calles de pueblos y ciudades, españolas, en Semana Santa. Su dolor, tristeza, ocaso de felicidad, es un impuesto a pagar para sobrevivir en el terror. Resucitará cada mañana al lado del hombre que la viola.
La otra imagen se esconde en páginas interiores, es una niña de 17 años, casada a la fuerza con un hombre de 47 años en Chechenia. Ramzam Kadirov, presidente Checheno, ha impuesto la poligamía, la" Sharia" y la tortura; con la complicidad de Puttin.
Jedha-Luiza Goylablyeva llora, me recuerda a una virgen que recorre las calles de pueblos y ciudades, españolas, en Semana Santa. Su dolor, tristeza, ocaso de felicidad, es un impuesto a pagar para sobrevivir en el terror. Resucitará cada mañana al lado del hombre que la viola.
Ana Tapias.
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