El planeta enano ha sido fotografiado por la nave New Horizons, despertando la adormecida utopía
de colonizar el más allá. El terricola está habituado a hacer el amor con la estrellas. Un extraterrestre le acaricia con ternura, no le regaña por mear fuera de la taza de water; por vaciar la tarjeta de crédito comprando zapatos, que solo se pondrá una vez. El terricola sueña con abandonar el amasijo de contaminación, por el que deambula atormentado, lúgubre, cariacontecido por las deudas, por las zancadillas, por las lágrimas, para poder volver a sentir su suspiro. Ana Tapias
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