Estos dias he pasado horas que parecían siglos en el hospital, acompañando a una familia amiga, en la despedida del cabeza de familia. Cada uno resucita las muertes que ha vivido. He oido contar muchas experiencias de agonias. Todos sufrimos, a veces, nos atrevemos a que salga de nuestra memoria como si fuera algo que nunca ocurrió.
Salía del hospital intentando canalizar mi dolor. Llegaron mis sobrinos a Segovia, me adentré en sus sonrisas, que me llevaron a un mundo donde la fansia, los dibujos animados mandan en sus pasos lentos, ausentes de realidad, atados a la arena, sometidos al abecdario y ahi sigo....
Ana Tapias
Ana Tapias
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