Salía de recoger a mis tres sobrinos del colegrio. Ibamos con dos compañeras de los mayores. Paso el SAMUR. Rafael el padre dijo" un accidente". Los niños corrieron a ver qué había pasado. No quería mirar, pero lo hice, debía explicar a mis sobrinos la escena dantesca para ellos. Había un hombre tirado en el suelo al lado de su moto, junto a ella una bolsa blanca con fruta: un plátano, y una pera. Pusieron al herido en una camilla, llevaba un collarín. Lo subieron a la de cuatro a la camilla, lo metieron en la ambulancia. Había un conocido del herido, un policia le dio cinco céntimos que eran del accidentado. Nos fuimos caminando, los niños seguian mirando la ambulancia. Nos paramos en un semáforo, el coche de la policia municipal habló con nosotros. Los niños preguntaron¿ Cómo estaba el hombre? " No ha sido nada" contestaron. Los niños no se lo terminaban de creer, pues el hombre no se podía mover. Seguimos hasta llegar a casa. Uno se siente más tranquilo cuando descubre el trabajo bien hecho.
Gracias al SAMUR y a la policia Muncipal de Madrid por darnos un toque de esperanza.
Ana Tapias
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