Ni el tiempo nos sorprende, tenemos tan buenos meteorólogos en España, que sabemos que hemos de ponernos en cada momento. La vida, se ha vuelto tan predecible, que parece un anuncio de felicidad hecho a medida. Anhelo, aquellos días, en blanco y negro, donde Mariano Medina, no tenia un satélite a mano, sólo con un mapa de España, cuajado de borrascas y anticiclones, que no iban y venían a su antojo. Con Mariano Medina, la lluvia nos mojaba, y bajaba a la calle, con mis botas blancas de plástico, a saltar en los charcos, ahora, solo salta en los charcos Pepa Pig.
Ana Tapias(todos los derechos reservados)
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