domingo, 5 de mayo de 2019

Lágrimas de elefante


Los elefantes, lloran, en Birmania; donde son, vilmente, usados como animales de carga; donde son, brutalmente, desollados; donde son, cobardemente, asesinados. Imagino sus lágrimas, inmersas en el silencio de sus cuerpos grandes, orondos, vejados, por la tortura de no tener pensamiento propio; por ser parte de un sistema que esclaviza las partes de su cuerpo: piel, cuernos, genitales, trompa, que son vendidos en china; por ser, animales, sin alma, que se esconden en las selvas; por ser, fugaces, sonrisas que se fugan entre el dolor; por ser, instrumentos de consumo de los hombres.  Los elefantes no deberían llorar, ni morir  a manos de cazadores. Los elefantes deberían ser respetados, acariciados, soñados, formando parte de una sociedad sin violencia.
Ana Tapias( todos los derechos reservados)©


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