miércoles, 29 de mayo de 2019

Vivir atrapado

Muchas veces, no nos damos cuenta, pero vivimos atrapados en  mundos de otros. Yo, por ejemplo, vivo sometida al polvo de mi madre:  lo encuentra por todos los lugares de la casa, y he de hacer un ejercicio de empatía con su necesidad de limpiar, y acompañarla por estanterías manchadas de una sustancia, blanca, que nunca se va del todo. Mi madre es el espíritu de la limpieza, mientras, que yo lo soy de la contradicción. No suelo escuchar el silencio,  el deterioro, las lágrimas, de los objetos de la casa, por eso, me cuesta tanto coger una escoba, pasar una bayeta, dar brillo a una mesa; eso sí, cuando lo hago, mi madre, se siente aliviada en su soledad; pues piensa que su  vida tiene continuidad en mí, así que, de vez cuando, me dejo atrapar, para acercarme al hogar, donde crecí.

Con amor a mi madre
Ana Tapias( todos los derechos reservados)©

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